5 de julio de 2013

La menstruación y la fuerza de trabajo




Hoy quiero contarles una historia verdadera y algo que llevo pensando desde hace mucho tiempo…

Cuando comencé a usar la copa menstrual trabajaba en una oficina todo el día en la que sin importar el día de mí ciclo, tenía que actuar como si no me pasara nada. 

A veces no tenía ganas de ir a trabajar con pantalones apretados o una falta entallada, quería dejar que mi útero se expandiera y usaba ropa más grande. Claro que a los ojos de los demás parecía que andaba fachosa, aunque yo en realidad estaba disfrutando de mi fase de bruja en la que en realidad me da igual lo que piense la gente de mi y como me veo, el velo se baja y lo que ven es lo que realmente soy: una mujer salvaje que no tiene miedo de serlo. 

La gente de mi oficina no entendía nada de lo que hacía o decía pues yo hablaba del ciclo menstrual como hablar de que galletas te gustan más. Había veces que se me olvidaba que estaba entre personas que vivían en otro mundo completamente distinto al mío y que lo que les decía sonaba a chino.

Después tuve otro trabajo, en el que mi jefa era una mujer, en este trabajo las cosas cambiaron, tenía más libertad pues mi jefa entendía que todas las mujeres tenemos ciclos y que había una semana del mes en la que seguro iba a sangrar. Esta mujer era la típica mujer ejecutiva con un gran puesto, inteligente y adinerada pero que desafortunadamente vive de pastillas y sufre terriblemente durante su menstruación. 

Cuando trabajé con ella no tardé mucho en comenzar a identificar su propio ciclo o mapa menstrual. Esta era la primera vez que podía ver el ciclo identificado en otra mujer que no fuera yo, sin embargo algo que me llamó mucho la atención es que esta mujer no se daba la oportunidad de cambiar y sentir sus emociones pues su trabajo no se lo permitía. Había días en los que sabia que estaba en su luna pues su aspecto salvaje la delataba, solo para poco después enterarme de su propia boca que efectivamente sangraba. Claro que solo me lo compartía pues esta mujer odiaba su lunita y me lo decía abiertamente como queriendo que me aliara en su sufrimiento. Claro que ella no sabía que yo estudiaba el ciclo menstrual y eso fue lo curioso de este trabajo. Con ella pude ver los trastornos tan graves que puede causar estar tan desconectadas de nuestro cuerpo. Aunque ella y yo éramos muy distintas, aprendí mucho de ella pues sus emociones eran muy claras durante todo su ciclo menstrual, era como si yo la estudiara muy de cerca y al mismo tiempo de lejos, pues ella no sabía que lo hacía. 

Por mucho que quise hablarle de la luna, recomendarle lectura y doctoras reconocidas como la Dra. Glenville, la cual da consulta personal en Londres y ella si podía pagar, nunca tomó mi consejo y seguía padeciendo de muchos desarreglos menstruales. Nunca había vivido tan de cerca este rechazo tan grande a la sangre pero de cierta forma era lógico pues en el mundo ejecutivo en el que ella vivía, no está permitido tener altibajos emociones pues esto es motivo de inestabilidad y por ende hasta puntos malos para tu retroalimentación mensual/ anual y en algunos casos hasta despido por falta de capacidad y manejo adecuado de tu trabajo. De hecho esta mujer llegó a tener problemas muy fuertes con su jefe, el  cual no la entendía y mucho menos cuando ella se convertía en esa mujer salvaje sin saberlo. 

El pasar por nuestra lunita en una oficina, lo cual puede ser desordenado y causa de muchas idas al baño, puede ser visto como falta de productividad. En la actualidad todavía antes de que te acepten para un trabajo se pregunta si estás embarazada, casada o si tienes hijos, lo cual es una falta de respeto pues no se le hacen las mismas preguntas a un hombre. Se asume que si un hombre está casado y tiene hijos, esto no será un problema. 

Muchas veces voy por la calle observando a la gente, como caminan rápido, van sentados en el metro, en el autobús inconscientes de lo que pasa a su alrededor. Mujeres felizmente tomando alcohol hasta caerse y otras tomando pastillas por la mañana para poder continuar su día y dar resultados en un mundo en el que una mujer no puede ser cíclica y mucho menos darse el tiempo de descansar. 

Hay veces que me pregunto ¿Qué hacen las doctoras, abogadas, las pocas presidentas y las mujeres de la farándula para sobrellevar este muy mal visto ciclo  menstrual? Creo que la respuesta es obvia, esta mujer solo se atreve a usar tampones pues no le interesa mostrar su feminidad de otra forma que con pantalones ajustados, más maquillaje de lo normal para ocultar el cansancio, vivir de cafeína y pastillas para el dolor lo cual hará que no se pueda detectar ni de cerca ni de lejos que esta en “sus días”.

Recuerdo que hace muchos años cuando estaba en la escuela podíamos decirle al profesor de educación física que estábamos en nuestros días, lo cual nos excluía de no hacer ejercicio. Claro que había veces que no era cierto pero nadie podía verificar. Es verdad que hay veces que una no se siente físicamente con los ánimos de nada y está agotada físicamente pero es casi impensable poner esa excusa de no ir a trabajar una vez cada mes por estar en nuestra luna. Yo si hice esto en un trabajo porque ya practicaba menstruación consciente y me daba un día libre antes de mi luna o el mero día que llegaba. Claro que no fue muy bien visto pues los días de ausencia se me iban sumando y no podía tener 12 días ausente, uno por cada mes, aunque si llegue a faltar 8 días ese año! :O claro que estaba en Inglaterra cuando esto pasó pues en México seguro me hubieran corrido!

Así que me pregunto ¿Qué tan flexible es el campo laboral con la mujer cíclica? Muchos dirán es una excusa para escapar del compromiso del trabajo, de la escuela, de los hijos, etc. pero para muchas mujeres es una realidad muy dura y ciertamente físicamente dolorosa, en la que su sangrado es tan abundante y doloroso que es sumamente agotador poder hacer otra cosa que cuidar de ella misma. La realidad es que la mujer necesita este tiempo para ella, para renovarse y poder seguir trabajando con más ánimos. La menstruación no es una excusa es una realidad que nos lleva a un profundo cambio el cual sino honramos puede llevarnos a padecer los malestares que padecía mi jefa.   

Los días en la oficina no han cambiado en nada, el trabajo asalariado sigue siendo mayoritariamente masculino y por mucho que la mujer haya entrado a la vida laboral, ciertamente las reglas del juego no han cambiado, por lo que se sigue siendo cero tolerantes con la mujer. Las empresas no saben sacarle provecho a una mujer cíclica y se pierden de sus dones durante sus fases en donde en vez de estar aburridas por el trabajo tan monótono que a veces realizan, bien pudieran utilizar su intensificada creatividad, capacidad de análisis, aprendizaje o su gran capacidad de organización.

Y tú, ¿Que problemas has encontrado en tu campo de trabajo como mujer cíclica? 

4 de julio de 2013

La primera menstruación

Tú ejemplo de madre será lo que más se le quede grabado a tu hija. ¿Qué tipo de menstruación quieres que ella tenga? ¿Le deseas una menstruación dolorosa y penosa o una menstruación plena y natural?  

Me imagino que escogerías la segunda opción ¿Verdad? Entonces el cómo vivas tu propio ciclo menstrual y principalmente tus días rojos son de mucho valor emocional para tu hija. Lo que ella vea que tu haces y sientes durante tu sangrado, serán un gran reflejo de lo que ella experimentará en su vida de adulta. 

Como madre de una niña es necesario que comiences a observarte día a día y comiences a tener una relación más amorosa con tu sangre y tu cuerpo. Cuida tus palabras cuando estés con ella y no hables mal de tu ciclo menstrual y mucho menos de tu sangre enfrente de ella. Ella necesita un ejemplo positivo y ese ejemplo solo tú puedes dárselo con tu propia experiencia. 

Si quisieras saber cómo guiar a tu hija en este tema difícil de abordar tanto como para madres como para niñas, te invito a que me contactes. Ofrezco un taller llamado "Un día de Celebración para niñas" en el que tanto madres como niñas hablamos de manera muy natural sobre los ciclos de la vida. 

Es un taller ideal para niñas de entre 9 a 12 años en el cual tanto madres como abuelas pueden participar. Es un taller muy bonito en el cual hablaremos de manera suave sobre este tema, sin profundizar mucho pues tu pequeña solo necesita un poquito de información en esta etapa y no saturarla de información complicada. El taller es didáctico, divertido e informativo y se trabaja muy bien en un grupo pequeño de 10 niñas como máximo.  

Si te interesa ofrecer este taller en tu localidad puedes contactarme a info@periodoalnatural.mx

Soy maestra certificada con Jane Bennett para poder ofrecer este taller en México, Latino América, USA y Canada si así lo desean. 


Síndrome Pre-Menstrual o Súper Poder de Mujer


La mayor parte del tiempo cuando escuchamos que una mujer está premenstrual las reacciones de la mayoría de la gente son instintivamente negativas. ¿Cuántas veces no hemos escuchado a mujeres decir estoy pre-menstrual como una negación y/o excusa a sus emociones y acciones que muestran su instinto salvaje?. ¿Cuántas veces también no hemos escuchado al sexo opuesto decir está en sus días en un tono despectivo y como si fuera sinónimo de locura, solo despojándonos de nuestro poder?

Es difícil definir con exactitud el síndrome pre-menstrual, no obstante si analizamos su nombre vemos que la palabra síndrome nos da un indicativo de enfermedad, lo cual inconscientemente se interpreta como una discapacidad temporal ya sea física o mental. Un dato curioso, es señalar que el síndrome pre-menstrual se relaciona con una histeria femenina, sin embargo buscando, he encontrado que histeria proviene del griego “hysteron” que significa útero y en la antigua Grecia se usaba para calificar a una mujer frígida o una mujer que tenía el útero paralizado.

No me es raro pensar en mujeres con úteros paralizados pues si vemos el síndrome pre-menstrual desde un ángulo más profundo, vemos que la violencia de género comienza desde el útero. Casilda Rodrigáñez Bustos en uno de sus escritos sobre la violencia interiorizada dice “…teniendo en cuenta las reglas y los partos dolorosos, ¡cuánto sufrimiento ha producido y produce la violencia interiorizada!, la negación de nuestra sexualidad”.

Cada mujer vive su ciclo menstrual de manera muy particular, cada una de nosotras presenta distintos síntomas tanto físicos como emocionales dependiendo de la edad, estado social, alimentación y situación actual. Algunos síntomas físicos como son: inflamación, pechos sensibles, disminución de energía son síntomas normales que tienen que ver con cambios hormonales y algunos de alimentación. 

La fase pre-menstrual y menstrual son las fases que la mayoría de las mujeres encuentran más difíciles de sobrellevar pues se nos ha negado el instinto básico que es aceptar y disfrutar de nuestra sexualidad y nuestros cambios naturales sin sentirnos avergonzadas. Sin embargo, ya sea que presentemos síntomas físicos o emocionales, éstos son de gran ayuda para darnos cuenta qué no marcha bien en nuestra vida y qué podemos hacer para mejorarla.

Es importante hacer notar que aunque el ciclo menstrual está dividido en cuatro fases y cada fase tiene ciertas características, estos cambios no se limitan a su fase en específico, sino que pueden alargarse o entrelazarse con la siguiente fase. La tristeza antes de la menstruación es una clave muy sutil pero muy indicativa de que el útero está a punto de descamar. La sabiduría interna de nuestro cuerpo nos envía señales para que nos alistemos y hagamos lo necesario para preparar nuestra cueva y darle la bienvenida a nuestra sangre.

En vez de disculparnos por estos cambios de humor y emociones, a veces muy fuertes, es importante comprender que todas nuestras reacciones son solo un reflejo de lo que realmente pasa en nuestra vida, de nuestra frustración, nuestra tristeza, nuestra falta de amor hacia nosotras mismas y que solo nos trata de hablar a gritos por medio del llanto o dolores para que escuchemos detenidamente nuestro útero-corazón. 

Pregúntate: ¿Será que necesitas tomarte el día libre? ¿Será que necesitas un nuevo trabajo? ¿Será que necesitas explicarle a tus amigas o a tu pareja que necesitas tiempo para ti? ¿Será que necesitas decir algo no dicho? ¿Será que no estás feliz en tu relación de pareja? ¿Qué cambiarías si pudieras en este preciso momento, justo en esta fase? ¿Qué te haría feliz?. Claro que éstas fases no son las mejores para tomar acción sino solo para encontrar las respuestas en lo profundo de nuestro útero-corazón. 

En vez de pensar en estos síntomas y catalogarlos como el síndrome pre-menstrual (SPM) pensemos en ellos como el súper poder de mujer (SPM). Pues es este poder el que te hacer ver las cosas claras, tomar decisiones, ser mas intuitiva, más acertada. Porque no empezar a re-inventar palabras que por siglos nos han tenido esclavizadas a una idea negativa y destructiva sobre nuestro cuerpo y sobre nosotras mismas. Alexandra Pope dice que la palabra inglesa bitch significa "babe in total control of herself" (BITCH), yo no podría estar más de acuerdo!

De ahora en adelante, cada vez que te traten de negar tu poder, menospreciarte, verte menos por mostrar tu SUPER PODER DE MUJER, siéntete orgullosa de que estas en toda tu verdad y tener el control de tu vida y de ti misma, de tomar mejores decisiones y ver las cosas claras y tal y como son! 


*Artículo escrito en el 2012 y también publicado por la revista en línea El Caldero en la página 12.